Seguro que conoces a algún compañero que cuenta con unos conocimientos técnicos envidiables, pero que, cuando es colocado al frente de un proyecto, carece de las habilidades para dirigir al grupo. No sabe trasladar sus ideas y tampoco es capaz de comprender a los demás. De ahí la importancia de la empatía laboral en el liderazgo.
Mediante la empatía podremos ponernos en el lugar de las otras personas y entenderlos de mejor manera, sabremos qué es lo que buscan, porqué y para que lo hacen. Todo esto nos ayudará a comprender al otro y a direccionar de mejor manera al equipo de trabajo para lograr los objetivos de la empresa.
Es importante mencionar que cuando alguien es consciente de que se valora su trabajo es más probable que se muestre participativo y vaya más allá de sus tareas. Tratar a cada persona del equipo con amabilidad puede ser beneficioso para el conjunto del grupo.
Empatizar tiene que ver con mostrarse comprensivo en lugar de juzgar. Si no estás de acuerdo con alguna acción o conducta, debes ser capaz de advertirlo con el tacto que merece la situación. Por la misma regla de tres, cuando se trate de dar un consejo no deberías decir solo aquello que los demás quieren escuchar. Hay que encontrar el término medio y los matices de cada cosa.
Varios estudios han determinado que la práctica de la empatía en el liderazgo aumenta la productividad del equipo.
Los líderes con empatía hacen algo más que simpatizar con la gente de su alrededor: usan sus conocimientos para mejorar sus empresas de una manera sutil pero importante. Tienen en consideración los sentimientos de los empleados – junto con otros factores – para tomar decisiones inteligentes.
Como apunta M. Jayson Boyers en un artículo de Forbes, “El éxito de un negocio depende de líderes empáticos capaces de adaptarse, apoyarse en las ventajas que les rodean y relacionarse con su entorno. Cuando las empresas fallan, a menudo es porque los líderes permanecen aislados en sus propios asuntos en vez de centrarse en la comprensión de su entorno íntimo. Los buenos líderes empresariales son aquellos que tienen consciencia de lo que está pasando en sus compañías, tanto interna como externamente”.
Se ha demostrado que la mano dura es un recurso arcaico que no favorece al líder. La clave es infundir respeto en lugar de miedo, y la mejor manera de ganarse el respeto es dándolo.
La empatía permite crear un ambiente de trabajo propicio y positivo además de aumentar la productividad global del equipo
Sé empático, ese es el principio para ser un gran líder.
Esperamos que este artículo te haya servido.
Escrito por Talentum
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