1. Los equipos aportan diversidad
Una única persona no puede llevar a cabo todo el trabajo con excelencia. Dentro de un equipo y mediante la complementariedad entre Roles, sus integrantes pueden compartir sus fortalezas y generar así resultados significativos. La colaboración derivada de las interacciones que se generan en los equipos, aporta mucho más que la suma de sus partes. Cualquier equipo necesita tener una composición en términos de Roles de Equipo que refleje su propósito y objetivos, de lo contrario puede darse el caso de que “el equipo no se percate de lo que no sabe”.
2. Los equipos promueven oportunidades de aprendizaje
La diversidad existente en los equipos hace que trabajar en equipo sea beneficioso para sus integrantes ya que estarán expuestos a los diferentes enfoques, experiencias, perspectivas y habilidades de sus compañeros de equipo. Además de nuestros Roles de Equipo «naturales» o preferidos, todas las personas contamos con Roles de Equipo capaces de asumir. Comportamientos que podemos adoptar de vez en cuando y que se pueden desarrollar para añadir nuevas competencias a nuestro repertorio de habilidades. Ver a otras personas en acción desempeñando estos Roles es una excelente manera de aprender.
3. Los equipos pueden abordar problemas más complejos
A medida que aumenta la complejidad, las tareas pueden superar la capacidad que tienen las personas para resolverlas. Ernst & Young, 2013.

4. Los equipos aportan flexibilidad
Los miembros de los equipos pueden ir y venir. Pueden ofrecer sus habilidades, experiencia y las contribuciones asociadas a sus Roles de Equipo en la fase en la que son más necesarios y saltar a otro equipo o proyecto en un momento determinado. Las aportaciones individuales se pueden coordinar de manera efectiva para, al mismo tiempo, ayudar a las personas a trabajar de manera más efectiva, ahorrar tiempo y evitar frustraciones.
5. Los equipos consiguen generar resultados más rápido
Cuando los equipos trabajan de manera óptima y la carga de trabajo se comparte de manera adecuada, el progreso es más rápido que el esfuerzo individual asociado.
6. Los equipos pueden reflejar los valores de la organización
Un equipo fuerte puede ser un microcosmos de la organización, adoptando sus valores y trabajando en pos de un propósito compartido y un objetivo común. Cuando un equipo trabaja en armonía con objetivos más amplios, el sentimiento de pertenencia y compromiso con el equipo puede hacerse extensivo a la organización, proporcionando a los trabajadores mayor sentido de lealtad hacia la misma.
7. Los equipos no sólo nos hacen mejores trabajadores, nos hacen mejores personas
Los equipos son el lado humano del trabajo. Para ser un miembro eficaz de un equipo, hay que escuchar a los demás y mostrar sensibilidad hacia sus sentimientos y necesidades. El Proyecto Aristóteles de Google – investigación sobre equipos eficaces- mostró que la empatía y los turnos de conversación llevaban a la seguridad psicológica, el mejor indicador del éxito.
Entonces, si los equipos son tan importantes, ¿por qué van las cosas mal?
En 2016, la revista Harvard Business Review publicó un artículo sobre la «sobrecarga colaborativa», es decir, la excesiva dependencia de los equipos y la colaboración. Según sus datos, el tiempo dedicado por directivos y empleados a actividades colaborativas había aumentado un 50 % o más en las dos últimas décadas, pero frecuentemente, no en beneficio de las personas ni de sus organizaciones.
Muy solicitados, pero poco comprometidos.
HBR descubrió que las personas más solicitadas como colaboradores en sus organizaciones tenían las puntuaciones más bajas en compromiso y satisfacción profesional, a pesar de que sus compañeros las identificaban claramente como personas que aportaban conocimientos y contribuían de manera valiosa. Esto se debía a que se sentían frustradas por tener que dedicar tiempo a peticiones ad hoc y querían dedicar más tiempo a la formación, el coaching y la mentoría. Una vez que comenzaron a colaborar de forma más eficaz, sus niveles de compromiso aumentaron.
La gente no rinde porque está desbordada.
Es responsabilidad de la persona directiva asegurarse de que el trabajo se distribuya eficazmente y no se amontone sobre las pocas personas que se muestran dispuestas. Permitir que personas útiles se conviertan en cuellos de botella es un perjuicio para todos los implicados, desde la propia persona hasta el equipo, incluso el cliente…».
¿Cómo aprovechar las ventajas del trabajo en equipo?
Harvard Business Review indica una serie de recomendaciones.
Tomar decisiones conscientes a la hora de asignar el trabajo: ¿puede realizarlo mejor una persona o una pareja complementaria?
Proteger el significado de la palabra «equipo»: los equipos no deben ser grandes aglomeraciones de personas sin identidad ni propósito común. Cuando se necesite un equipo, su tamaño debe ser reducido para evitar que sus integrantes se desvinculen, el “pensamiento de grupo” y las largas reuniones poco productivas – creemos que 4 es el número ideal.
Formar equipos “con propósito”: los equipos deben tener una estructura, una intención y unos objetivos deliberados para ser realmente eficaces. La clave está en distribuir el trabajo eficazmente, lo que significa identificar lo que cada persona puede ofrecer y asegurar que se utilizan sus fortalezas.
Pero hay más…
Para crear un entorno de equipo verdaderamente positivo es necesario reflexionar: sobre lo que ha funcionado bien y cómo se han utilizado los comportamientos en beneficio del equipo. Esta retroalimentación positiva se traslada al siguiente equipo, convirtiendo al individuo en un colaborador más eficaz y comprometido.

Fuente:
Belbin España: https://www.belbin.es/recursos/articulos/por-que-los-equipos-importan
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