La programación neurolingüística es como nosotros como individuos construimos nuestra realidad, es el mapa mental que nos trazamos de acuerdo a todo lo que vemos, escuchamos. El cómo percibimos las cosas es determinado por la realidad que nos hemos creado y la realidad que nos hemos creado es determinada por como percibimos las cosas. ¿Complicado? En realidad no lo es, para entender la programación neurolingüística todos debemos partir de una premisa muy básica la cual es: todos pensamos, sentimos y vemos las cosas de formas distintas, todos vivimos nuestras realidad de formas diferentes de acuerdo a lo que hemos experimentado en el pasado, de acuerdo a nuestras creencias, de acuerdo a nuestros objetivos, de acuerdo a nuestro entorno.
Pero entonces, ¿para qué es útil la programación neurolingüística? Para entender nuestra propia realidad, para entender como nosotros mismos vemos el mundo y entender que es lo que nos permite avanzar hacia nuestros objetivos y que no.
Dentro de la realidad que nos hemos creado existen ciertos discursos que siempre nos decimos, esos discursos son recibidos y entendidos por el cerebro y hacen que este condicione nuestro actuar, es decir que si nosotros nos decimos todo el tiempo que no podremos hacer algo nuestro cerebro lo toma como cierto y condiciona nuestro accionar haciendo que no podamos hacer ese algo.
La programación interna que cada uno de nosotros maneja es muy poderosa, condiciona nuestro pensamiento y nuestra forma de actuar; es necesario descifrar nuestra PNL para poder convertirnos en los dueños de nuestra realidad y no sólo actuar por consecuencia de lo que nuestro subconsciente ha construido.
¿Pero cómo empezar a entender y detectar nuestros discursos internos y sistemas programados? Lo primero es aprender a escucharnos, oír cada pensamiento y descifrar de donde viene y preguntarnos porque se construyó así, luego es necesario comprender como nos relacionamos con los demás; las relaciones con otros no son más que un espejo de cómo nos relacionamos con nosotros mismos, debemos preguntarnos porque nos llevamos bien con ciertas personas y porque con otras no, porque nos sentimos incómodos con algunas, porque nos pensamos inferiores que unas y porque superiores que otras; entender esto nos ayudará detectar muchos rasgos de la personalidad que hemos construido; por ejemplo, si me siento incómodo con la gente que grita es porque no me gusta que me griten, porque recuerdo que cuando en mi familia la gente gritaba siempre había gente a nuestro alrededor que nos miraba muy mal y yo de niño me sentía incómodo.
Toda acción, sensación, emoción y pensamiento tiene una conexión con nuestros programas internos, con la realidad que hemos construido para nosotros. Es muy importante entender de donde viene todo lo que pensamos/sentimos/hacemos para poder tomar control sobre ello desde el lugar donde se origina y así permitirnos hacer grandes cambios que nos permitan avanzar en el camino que queremos recorrer para lograr nuestros objetivos.
Esperamos que este artículo te haya servido.
Escrito por TALENTUM
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