El cambio es un proceso natural y muchas veces inevitable, dentro de la organización lleva implícito modificaciones o alteraciones de la realidad en un individuo, grupo, equipo, departamento, empresa o hasta la misma sociedad.
El entorno actual nos ha hecho resilientes y acostumbrados al cambio, la pandemia, la crisis económica, el entorno laboral extra competitivo y hasta el veloz avance de la tecnología logra que las personas y las compañías nunca puedan estar en un suelo cómodo y estable como sucedía en otras épocas.
Saber y conocer la gestión del cambio es una competencia necesaria, vinculada directamente con la flexibilidad y versatilidad. Sin dejar otras habilidades relacionadas como el control de estrés y la gestión de conflictos.
Unas preguntas básicas que nos podemos hacer para saber que necesitamos aprender de la gestión del cambio son:
¿Cómo me siento y afronto los cambios inminentes?
¿Tengo la flexibilidad ante el cambio y la capacidad de adaptación?
¿Los cambios me generan incertidumbre, miedo e inseguridad?
Tomando conciencia de cómo actuamos ante los pequeños cambios, podemos ser capaces de predecir cómo lo haremos ante grandes cambios. De igual manera, si comenzamos a potenciar nuestra habilidad para gestionar los cambios pequeños, estaremos entrenándonos para conseguir afrontar de manera adecuada los cambios más relevantes y significativos.
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